El parto se trasladó a los hospitales a principios del siglo XX para disminuir la mortalidad materno-neonatal, por eso se empezó a contemplar como una enfermedad. Las mujeres perdieron el protagonismo en un hecho muy trascendental en sus vidas y aceptaron las reglas del sistema.
Así en poco tiempo, el parto se transformó en “un acto médico”. El equipo de profesionales pasó a tomar las decisiones y comenzó a usar rutinariamente la tecnología y los procedimientos destinados a los embarazos de riesgo. Esto fue alejando a las madres del parto natural sin que se mejorara en los resultados perinatales.
Este uso indiscriminado de la tecnología sin soporte humano ha llegado a tal extremo que se considera violencia obstétrica . Se percibe como una pérdida de control y del derecho de la mujer a decidir sobre su propio cuerpo. Es un problema global que afecta a todos los niveles socioeconómicos y se ha visto especialmente agravado durante el último año de pandemia donde familias han sido separadas, madres han sufrido intervenciones innecesarias y han sufrido incluso separación de sus bebés sin motivo justificado.
El parto respetado aboga por defender los derechos y necesidades de la mujer, así como los derechos del bebé (principalmente a estar con su madre). Comienza por considerar el proceso del parto como un proceso fisiológico natural que sólo en ciertas ocasiones necesita de atención médica.
Desde este punto de vista el proceso se considera dentro de un todo en el que interfieren no sólo la parte física si no también la psicológica. Se reconoce como un momento trascendental en la vida de la mujer y por tanto se trata de cuidar el ambiente, el lenguaje, y sobre todo el nivel de intervenciones que se precisan.
Se puede tener una intervención como puede ser: epidural, inducción, instrumental e incluso cesárea y que sea un parto respetado, lo importante es como se ha tratado a la mujer. Si la intervención ha sido justificada, se le ha explicado, se han dado todas las opciones a la mujer y ella ha podido ser parte de la decisión, entonces el proceso se ha respetado.
MARINA TRIGOS